¿QUÉ ESCONDEN LOS PERSONAJES DE “EL SECRETO ADAMANTINO”? – PARTE I
“Imperfectos, reales, humanos y con una gran capacidad de crecimiento” … estos fueron algunos de mis pensamientos al perfilar a los personajes que iban a acompañar al lector a lo largo de mi primera novela “El secreto adamantino”.
Como soy lectora de aquellos libros de “elige tu propia aventura”, soy consciente de la importancia de contar con buenos compañeros de viaje. Por tal motivo, mi intención fue crear unos personajes cercanos, agradables, divertidos y llenos de matices para que, además de disfrutar del viaje y pasarlo bien, podamos asistir a su evolución y presenciar cómo algunos de ellos se enfrentan a sus miedos y limitaciones.
Aunque la imaginación de quien recorra las páginas de esta historia creará sus propios personajes, aquí os presento a algunos de los actores y actrices que protagonizan esta aventura.
Así nos encontramos con uno de los personajes principales de la obra, Margarita Hojaseca.
Margarita trabaja como oficial de policía y un buen día, sin comerlo ni beberlo, su tediosa y rutinaria vida de funcionaria pública da un giro completo. Su señoría, el juez del pueblo, decide encasquetarle, como si fuera una zarandaja, un caso policial para el cual la agente no dispone ni de medios ni de experiencia para resolverlo. Un sutil pero evidente estado cataléptico, seguido de un profundo “síndrome de la impostora”, cuadro psicológico que sufren algunas mujeres al frente de cargos de responsabilidad, son algunas de las reacciones de Margarita a dicho nombramiento.
Así pues, Margarita se convierte en la encargada oficial de resolver el misterio escondido tras la mandíbula encontrada en el bosque por una familia, de la cual os hablaré un poco más tarde.
Quiero detenerme un momento para hablaros de la susodicha mandíbula, ya que, aunque no se trata de un personaje en sí, sin ella, no habría historia. Pues bien, dicho resto óseo representa ese hecho, a priori negativo, que a todos nos ha acontecido alguna vez en nuestra vida, pero que finalmente resulta ser un excelente maestro para que afloren virtudes y competencias enterradas bajo innumerables capas de indecisión, falta de autoestima y algo de miedo.
Por fortuna, a lo largo de la historia que acontece entre las páginas de la novela, Margarita contará con la ayuda de diversos personajes, los cuales le irán proporcionando las piezas necesarias para resolver la investigación policial y para superar sus miedos y barreras autoimpuestas.
Por un lado, tenemos a Bermúdez, agente de policía dotado de particulares cualidades y escudero de Margarita.
Nada tiene que ver la índole de dicho servidor de la ley y el orden con el carácter bonachón de “Sancho Panza”, por citar a algún escudero de renombre. Por su parte, Bermúdez es de talante extrovertido e irreflexivo, de tendencias algo caóticas, de escaso temple y poseedor de una imaginación desbordada. Esta combinación, que bien intuís como explosiva, es el contrapunto a la rectitud y responsabilidad contenidos en la figura de Margarita, aportando a la novela el aire fresco de lo inesperado y divertido.
Bermúdez, el cual cuenta con más desparpajo que intelecto, es un gran lector de hazañas científicas pasadas, las cuales aplica, a su particular forma, para crear diversos inventos de lo más pintorescos. Estos cachivaches, cuya potencial función es la de mejorar el servicio al ciudadano, en realidad rozan lo ridículo y lo esperpéntico.
En su labor de investigación policial, Margarita también contará con la ayuda de Sofía y Santiago, cabezas de familia y descubridores de la mandíbula en el bosque. Bueno, vale…para ser justos, tengo que matizar que el verdadero descubridor es su perro Isaac. Si hasta el pobre can se ve envuelto en un intento de interrogatorio por parte de Bermúdez usando uno de los trebejos de su invención…este Bermúdez…
A ver…por dónde iba…
¡Ah, sí! ¿Qué os puedo contar sobre Sofía y Santiago? Amantes del arte, la lectura y las salidas culturales en familia, darán lo mejor de sí para ayudar a Margarita a resolver esta situación inesperada. Os aseguro que no se trata de un matrimonio al uso ya que el carácter de cada uno de ellos resulta ser antagónico a los roles tradicionales asociados al hombre y a la mujer en una familia. Santiago es de personalidad aprensiva, lo cual le conducirá a cómicos desenlaces, en según qué situaciones…
Vaya… pues sí que tengo cosas que contar…y aún me falta por presentaros a bastantes personajes relevantes. ¿Os parece si lo dejamos para la próxima entrada del blog?
Para terminar este relato, aquí os dejo algunas de las biografías de los científicos y científicas que dan nombre a algunos de los personajes, por si os apetece acercaros a conocerlos con más detalle.
Margarita Salas (biología molecular), Santiago Ramón y Cajal, Isaac Newton (física y matemáticas) y Sofía Kovalévskaya (matemáticas).
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Foto cedida por © Javier A. Bedrina – www.bedrina.com